A inicios del mes fui a ver
al teatro Hora 25 la obra que lleva por nombre “el país de las mujeres hermosas”
es la primera dramaturgia creada por ellos mismos y a mi consideración fue bien
lograda, esta obra narra las historias de cinco mujeres que atravesaron por
duros momentos de violencia en los últimos cincuenta años en nuestro país, los
monólogos fueron creados a partir de sucesos reales y la crudeza de los hechos
pueden afectar a espectadores sensibles como yo.
Esas mujeres fueron
nombradas por el mes en que ocurrió su tragedia y solo puedo recordar con
certeza que Abril, representado por Carolina Mazuera, compañera de la
universidad, era una joven que vivía en un hogar machista y violento, con una
madre que callaba y permitía que sus hijas fueran maltratadas al igual que ella,
Abril para “huir” al dolor se sumergió en el mundo de las drogas, el licor y el
sexo, tuvo un hijo y amaba al padre del mismo pero nunca se dieron las cosas de
la mejor manera, esta mujer finalmente muere y narra como ve a su arrepentido
padre junto a su sometida madre, y a su pobre hermana llorando, también
recuerdo que Mayo era una mujer esposa de un dirigente y militar, al cual
asocie, gracias a mi docente del semillero de investigación Bibiana, con la
esposa del ex-presidente Álvaro Uribe Vélez, una dama que soporto el desprecio y la
frialdad de un malvado hombre que mandaba a matar sin pudor, pero ella por amor
asumía cualquier mínimo gesto de este hombre como una expresión de cariño hacía
ella, un día cansada de ver agobiado y al borde de la locura a este hombre le
pide que cambie, que se tranquilice y que deje la maldad, pero nada pasa y
agotada de esa vida que lleva junto a ese hombre decide contarle el pene con
unas tijeras y liberarse de él, quitándole su hombría.
Las otras tres mujeres
llevaban el nombre de Septiembre, Octubre y Junio, no sé cuál era cual, pero
una de ellas fue una desplazada, a la que violaron y ultrajaron los
guerrilleros y/o paramilitares a su gusto, mataron a su familia en frente de
ella y acarreo con este dolor queriendo
ser ella quien estuviera muerta hasta que finalmente le llegó su hora, otra de
ellas la que vestía de blanco, pues todas iban vestidas de un color diferente,
esta mujer estaba en la incesante búsqueda de su esposo, vivo o muerto aunque
sentía que seguía vivo, fue a reclamarle a las guerrillas, al ejército, al
pueblo y nadie dio razón alguna de este hombre, la última de ellas era la más
pequeña, ella vestía de color naranja pastel y representaba a una niña campesina
que “maduro” aun siendo muy inocente tras la muerte de su madre, ella dejo a un
bebe y a otro hermano, ella debía criar a ese bebé se hizo madre obligada y ama
del hogar, pues a diario hacía los quehaceres de la casa y debía alimentar a sus
dos hermanos y a su padre que trabajaba de sol a sol, un día llegaron los
violentos y el comandante abuso de ella y luego aseguro que era ella quien lo
buscaba, una inocente niña que no tenía idea alguna de lo que es fornicar,
finalmente ella y sus dos hermanos son asesinados y enterrados fuera de su
casa, encontrando de cierto modo una salida de este sucio mundo que habitaban,
lleno de maldad y que solo inflige dolor.
En resumen eran esas las
historias, muy seguramente con lo que
narro y la forma en que lo hago no logra transmitir todo ese dolor que llevaban
esas mujeres dentro, dolor que se transportó a mi interior al ver e
interiorizar que eran casos reales, tuve muchas ganas de llorar, era un espacio
hermoso con piso de arena, un montón de rocas, un chorro de agua, unos troncos
de maderas y con diversos objetos ocultos como las plantas que la pequeña del
vestido naranja regaba y cuidaba como al bebé, las velas que todas llevaban en
símbolo de su muerte, del dolor, bolsos, ropa, y muchos otros elementos que
dieron un toque de sorpresa y encanto a esta obra.
Fui con una amiga de los
estados unidos que estaba de visita, mi profesora del semillero de
investigación de la universidad, su sobrino y un amigo de él, todos salimos
impotentemente tristes, una vez más nos recordaron el mundo de fantasía en el
que vivimos inmersos, la soledad de los que sufren y el desconocimiento o mas
que ello la amnesia colectiva de nuestro país frente a situaciones como las
narradas allí.
Fue una obra que me encanto
ver, me gusta que me recuerden que hay mucho por hacer, muchas personas que
requieren de mi ayuda, me gustó que me afectara, que me pusiera triste, a veces
es necesario, fue placentero saber que soy un ser sensible, que esto logro
remover mi barrera feliz y dar paso a sentirme no tanto como agobiada, pero muy
próximo a ello, fue sentirme viva, humana, parte de un todo, por eso fue una
verdadera experiencia, no solo a nivel de lo estético para mí.
Realizado
Por: Tatiana Serna Castrillón