lunes, 21 de mayo de 2012

SHAME - Andrea Lotero Guzmán

SHAME


Los vacíos interiores buscan suplirse de cualquier forma. La soledad es la sensación, el síntoma que indica que algo falta, la razón por la cual huimos y buscamos ocultar esas carencias en los excesos de los instintos.  Brando el personaje principal de la película es adicto a esa búsqueda, la cual está delimitada por el éxtasis, el placer sin límites, los impulsos y la insatisfacción.

No se logra la felicidad sin hallar el sentido de ella, es el cuerpo el vehículo ante la frustración y es a través de este que logramos llenar emocionalmente las ausencias que sin lugar a dudas transforman el ser que cotidianamente somos.

Mentiría si digo que fue una película normal para mí, la verdad fue absolutamente nueva, los personajes lograron confundirme ante el placer autodestructivo que evidenciaban en sus actos. Dos hermanos invadidos por la intensa soledad, la mejor amiga del fracaso en sus vidas.

Brando y su ansiedad por el sexo y la pornografía lo llenan de inseguridades  lo que es ambiguo porque al mismo tiempo le exalta su ego. Realmente observar su situación es consternarte, ver como el deseo es tan placentero pero a la vez destructivo enloquece, toda la película sentí como los personajes obviaron el contacto con lo real, sentí lastima de ver como sus vida eran una montaña rusa de emociones, donde la agonía y la enfermedad mental le dan fin a una historia que no comprende su propio final.




 ANDREA LOTERO GUZMÁN






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