SHAME:
Prostitución, pornografía, masturbación
exacerbada. La adicción sexual que tiene el protagonista, describiendo respetuosa
e inteligentemente la prisión sin barrotes en la que vive día a día.
El protagonista puede ser cualquiera de nosotros,
un hombre que se odia a sí mismo, que siente mucho asco por todo lo que hace y
necesita para su diario vivir, dejando ver que sin ayuda no puede salir de esa
situación sólo con voluntad propia.
Guiada por una interpretación feroz y brillante
de Michael Fassbender, 'Shame' es un auténtico paseo por el lado oscuro. Esta
película, llena de cruda sexualidad, indaga en la
naturaleza profunda de nuestras necesidades, en la forma en que afrontamos
nuestra vida y las experiencias que nos marcan.
Es historia que deja en shock, que transmite la
amargura, la compulsión y el dramático aislamiento interior de su protagonista,
una película que nos rebaja confusamente el ánimo.
"Se le puede reprochar un exceso de
intensidad dramática en su desenlace, alguna decisión sospechosa de moralismo
(...) pero su sofisticado estilo y su capacidad para aislar y analizar un
arquetipo estrictamente contemporáneo la convierten en una obra verdaderamente
importante, esencial" (Jordi Costa: Diario El País) [1]
Esta película nos lleva a reflexionar sobre las
obsesiones voluntarias en las que el hombre se sumerge, penetrando con
precisión en la psicología del personaje, mostrando la persona que era
realmente, mostrando mediante la ficción, los tabús y temas cotidianos de
nuestra sociedad actual.
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