lunes, 21 de mayo de 2012

¿Por qué no dejarlo libre?



Cuando recibí el objeto en un paquete secreto nunca imaginé que podría ser una vela, consideré otras posibilidades por su textura; sin embargo, me sentí a gusto porque su simbología es interesante.

Al pensar que podría hacer con una vela, se me vino a la mente algo fascinante pero aterrador y es la mezcla puede surgir de  la luz con la oscuridad con un espejo. Si estamos en un lugar completamente oscuro, al frente de un espejo y únicamente con la luz de una vela, la sensación es extraña. El reflejo es irreconocible, no logramos identificar quienes somos, nos vemos extraños y eso realmente tiene sentido con las mascaras que tenemos ante al mundo.

No somos completamente un libro abierto. La luz ilumina la verdad de lo que realmente somos; lo insignificantes, lo monstruosos, lo animales que podemos llegar a ser por conseguir  satisfacer los instintos más bajos y viles. Podemos engañar a otros pero nunca a nuestro propio reflejo, el cual puede ver más allá de la luz o la oscuridad.

Propongo el ejercicio de hacerlo y encontrar las respuestas a tantos cuestionamientos que surgen cuando nos consideramos ser “correctos” y “buenos” cuando en el fondo actuamos con sentimientos de maldad. Tenemos un ser esclavo en nuestro interior ¿por qué no dejarlo libre?


Andrea Lotero Guzmán

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