Una película de género
musical, muda, a blanco y negro, es
difícil de digerir en pleno siglo XXI, pero ese no fue mi caso, ya que
desde que conocí las películas de
Charles Chapplin quede totalmente enamorada, emocionada y atraída por este tipo
de cine.
“El artista” cumplió todas
mis expectativas, la trama, el guion, la música, todo estaba completamente unido
en la misma función.
La trama me recordó
totalmente el drama que una vez sufrió Chaplin con la aparición de las
películas habladas, George Valentín es uno de esos personajes apasionados que
uno siempre quiere encontrar en una película, su amor y la convicción por las
películas mudas hizo que quedara en la ruina, una muestra fiel de lo pasa en
realidad en la industria del cine, cada vez que alguien envejece o simplemente
ya no es acto para el nuevo formato o llegan nuevos talentos, los desechan como
si nunca hubieran aportado al cine, pero sin olvidar que también pasa en muchos
círculos de la vida.
Peppy Miller es una joven
actriz, soñadora, con muchas ganas de participar en películas y por supuesto
quiere ser famosa, cuando George la conoce queda t flechado por ella, le ayuda
a participar en una producción.
Este amor se va
desenvolviendo a medida de que avanza la trama, al iniciar él le ayuda a ella a
entrar en este mundo, al momento de George necesitar apoyo, Peppy en silencio no lo abandona, le sigue el
rastro para ser como su ángel guardián, es un amor incondicional y sincero.
Por eso esta película está
llena de matices, no es la típica formula hollywoodense, es una propuesta
arriesga, pero para mí es absolutamente acertada porque tiene todos los
ingredientes que me gustan, es un musical, muda y blanco y negro.
NATALIA
ECHEVERRI VILLA
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