domingo, 20 de mayo de 2012

HISTORIA DEL BAR-UNIDA


LOS PRECIOS SUBEN-LOS ÁNIMOS BAJAN

Es viernes en la noche, a eso de las 7:30, es la hora en la que Empiezo mi trabajo como cada fin de semana y es también cuando justo después de una agotadora semana, muchos piensan que es el momento en que todos sus amigos están reunidos en la "oficina", y que de seguro acá los encontrarán a todos departiendo y deciden venir a distraerse un poco, y es allí, en este lugar que está ubicado en pleno centro financiero de Medellín, en el barrio El Poblado donde llegan a encontrarse en frente de unas pantallas luminosas que muestran la hora y la temperatura de varios países del mundo. Al entrar al lugar observa como en el, hay en su mayoría ejecutivos de alto nivel, conocidos y del gremio en el cual se mueven, es un sitio muy particular, cada mesa se encuentra dotada con un computador para consultas en Internet y a su vez una carta de licores cuyos precios suelen variar de acuerdo a la oferta y la demanda, en donde el costo depende de la cantidad de personas que estén consumiendo determinada bebida, hay cava de vinos y licores 'Premium', se escucha música 'lounge', pop actual y de los 80. La carta tiene unos 30 platos, entre carnes, pastas y ensaladas, las bebidas tienen un valor aproximado de 17.000 y 28.000 pesos.

Comienza la noche y estoy acá sentado en la esquina, la que siempre suelo escoger no porque sea la mas cómoda, sino la de mejor vista, eso si tiene esta pequeña esquina, la gran visibilidad de todo el lugar, desde acá me podría dar cuenta de cualquier detalle que por insignificante que parezca me deja ver alguna historia. Observo que entran tres mujeres entre 20 y 25 años, muy pequeñas para mi gusto, pero hermosas y con una incalculable energía, de esas mujeres que suelen darle mil y una vueltas a cualquier hombre, me dedico a observar que hacen estas tres niñas solas en un lugar como este. Piden al mesero tres cocteles, mas específicamente tres margaritas de mango biche y van tomando lentamente. En ese preciso momento, me entra la llamada de Carlos mi mejor amigo y empieza a contarme que se encontraba a eso de las 5: 00 pm en un café al sur de la Ciudad, que la verdad se sentía un poco nervioso, ansioso por lo que podría llegar a pasar,  pues la llamada que su novia le hizo antes de encontrarse en este lugar fue con una actitud fría, distante, y lo dejó un poco pensativo con muchas dudas frente a lo que podría pasar con ellos dos, Carlos Observando su reloj se dio cuenta que diagonal a el había una joven muy observadora y que por cierto no le era para nada indiferente, pero que no lo intimidaba pues él también entró en ese juego de miradas con ella; de repente se me corto la llamada y no pude seguir escuchando lo que tenía para contarme, o quizá la corto a propósito, solo espero que ese encuentro haya sido mejor que mi noche.

Después de 20 minutos entra un hombre que se dirigía hacia donde estaban las tres mujeres, una de ellas parecía tener algo con este sujeto, la noche va entrando en confianza, los tragos algunos suben, otros bajan, el vino tinto está a la alza, pues la repartición de copas adentro del lugar se hace notoria, la mujer quien ya presento disculpas por teléfono, se le ve tranquila y feliz con lo que está sucediendo, se le ve bien acompañada quizá el hombre que la acompaña, al igual que ella ya llamo a su pareja y se excuso de no poderla ver esta noche, diciéndole tal vez que tendría asuntos por resolver y negocios por cerrar, lo que sonaba bastante creíble a juzgar por el ruido que generaban los efectos de aquella extraña pero útil cabina. La mujer es atractiva, joven y muy elegante, el un ejecutivo de una importante empresa del sector, hacen buena pareja, ambos se comportan como novios, sin embargo pareciera que no quisieran ser vistos por nadie comportándose de esa manera, quizá ocultan algo, son comprometidos, pero es evidente que ninguno de los dos está con su pareja oficial.

Pareciera q esta noche fuera igual a todas las anteriores, una más de tantas que he observado, pero tengo el presentimiento  de que ésta no va terminar muy bien para aquella mujer, no se por qué pensaría que se va a llevar una gran sorpresa, la vida es así, lo sorprende a uno cada día, cada día trae su afán y con el una nueva payasada nueva y se los aseguro que así sucederá y resultará serlo esta noche.


La noche continúa avanzando, los tragos se hacen cada vez más repetitivos, los murmuros, las risas y las voces hacen de las suyas, Ellos se comunican una segunda vez cada uno por aparte, valga la aclaración, para saber de su pareja y así poder estar más tranquilos, luego de ambos cerciorase de que a quienes le incumplieron esta noche están bien, la mujer cuelga primero y decide ir a la barra que tiene varias butacas a su alrededor y que es quien se impone en el centro de aquel sitio, con gente que conversa bastante eufórica, al acercarse a pedir un trago nota algo extraño, como si varias miradas apuntaran solo hacia ella, dos de ellas, una pareja con mayor notoriedad. En el momento en que da vuelta para ver lo que sucede, es cuando se da cuenta, que al igual que ella se encontraba con una pareja que no es la suya, supuestamente por una "cita de trabajo", esta noche su novio también tendría una cita y no precisamente donde ella pensaba que estaría, el ánimo de aquella noche se fue a la baja y las citas no cumplidas terminaron por cumplirse, no como al inicio del día estaban planeadas, claro está, pero el destino y la Ley de la compensación, jamás se quedan con nada y La Bolsa Restaurante- Bar Sería su instrumento.

POR:

ALEJANDRA ÁLVAREZ GALEANO

MELISSA DUQUE RIVERA

JULIANA GÓMEZ POSADA

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