domingo, 20 de mayo de 2012

En El Museo de Arte Moderno


Cada vez que escucho la palabra muerte, comienzo a pensar que en algun momento todos y cada uno de los seres humanos a sentido alguna vez miedo e incertidumbre de morir, es normal nadie sabe el lugar a donde se parte; muchos hablan del cielo, para aquellos q fueron buenas almas, otros tal vez puedan llegar a el purgatorio a redimir y transformar sus pecados y otros nos vamos a ir directo al infierno, por dejarnos llevar de los instintos humanos. Para otros simplemente todo es una ley de karma y darma, tienes en esta vida lo que te mereces y tendrás en la proxima lo que hagas en esta; o se habla de reencarnación para los seres resurectos y renorno para nosotros los de carne y hueso, es gracioso como el ser humano mitifica, sólo por la necesidad de encontrar respuesta a los interrogantes de la vida y en esa búsqueda de hipótesis terminamos desmintiendo todas y dejándonos llevar solo por el destino.
Cuando entre al museo y vi todos las obras referentes a accidentes, suicidios y muertes pensé que Dios es muy grande al concedernos vivir en un mundo tan perturbado y loco, y sólo el debería de tener la potestad de quitarnos la vida, pero no ocurre así, gracias al geocentrismo y al superhombre vemos que ya somos nosotros quienes decidimos hasta cuando vamos a ocupar este mundo y de que manera.

Por:

Melissa Duque Rivera.

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