domingo, 20 de mayo de 2012

LA PELÍCULA
SHAME nos hace pensar en cómo vivimos en nuestra cotidianidad, la forma de enfrentar las necesidades, los problemas, los progresos y las nuevas experiencias. Crear una personalidad, saberla expresar  y que el mundo lo acepte no es cuestión de comportarse como el otro quiere, es saber poder controlar el que dirán y comportarse individualmente, expresarse libre, romper el tabú y el impedimento por una sociedad que exige ser como modelos a seguir.
Afectividad, emociones, malestar interno, cuerpo, hormonas, ánimo, rutina puedo resaltar de una película que puede generar según el tipo de percepción distintas posiciones y que antes de traspasar un límite que se presenta en lo que vemos en una hora y 40 minutos, no sabemos cómo analizar un drama que nos puede transmitir desde la adicción al sexo hasta un trastorno psicológico que puede ser causo por un problema familiar, social o emocional.
Daniela Restrepo Álvarez.

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