sábado, 19 de mayo de 2012


AGÜERO

Es una interpretación futura supersticiosa determinada por distintas señales que puede haber en el ambiente. Anuncia sucesos favorables o de mala suerte, se utilizan como pronósticos para antecederse a la realidad, y son aceptados y practicados socialmente. Encontrarle el número a la mariposa, ver un grillo, no poder pasar por debajo de una escalera, poner la escoba al revés y las tijeras abiertas para ahuyentar o alejar a las visitas, orejas rojas y calientes están hablando mal o bien de uno, espejos rotos, levantarse con el pie izquierdo entre otros.

El cloruro de sodio, la sal, en la sociedad se ve interpretada como un pronóstico de mala suerte, pasar de mano a mano el salero o dejar caer sal al suelo es en la sociedad o más bien por personas de décadas pasadas es propiciarse la mala suerte por ese momento.

Pocos son los que todavía creen en el cuento, pero la historia hizo permanente en el tiempo a los agüeros, por las generaciones de los 20 hacia delante que creía verdaderamente en esos presagios. En la actualidad no se ve la constante interpretación de lo que ocurre, dejar a un lado los pronósticos que en la mayoría era negativos, han generado mejor actitud de las personas y creando menos un constante acercamiento a la mala suerte y a lo adverso.

Mi abuela creó en mí, no poder dejar caer la sal al suelo, pequeña yo sufría al comerme una crema la fresita de mango biche, mi cabeza era rodeada por el agüero que si dejaba caer alguna cantidad del sobre con la que me vendían la crema, algo me iba a pasar, sabía que no era nada positivo por lo cual hacia el mayor esfuerzo para que no sucediera, calculaba mi movimiento todo un desafío comerla sin que nada sucediera. En fin crecí con el agüero no era ni extraño, ni lejano, ahora ya es costumbre, es imposible dejar el más mínimo rastro caído de sal.
Objeto: Sal Refisal individual

Daniela Restrepo Álvarez

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