AGÜERO
Es una interpretación futura supersticiosa
determinada por distintas señales que puede haber en el ambiente. Anuncia sucesos
favorables o de mala suerte, se utilizan como pronósticos para antecederse a la
realidad, y son aceptados y practicados socialmente. Encontrarle el número a la
mariposa, ver un grillo, no poder pasar por debajo de una escalera, poner la
escoba al revés y las tijeras abiertas para ahuyentar o alejar a las visitas,
orejas rojas y calientes están hablando mal o bien de uno, espejos rotos,
levantarse con el pie izquierdo entre otros.
El cloruro de sodio, la sal, en
la sociedad se ve interpretada como un pronóstico de mala suerte, pasar de mano
a mano el salero o dejar caer sal al suelo es en la sociedad o más bien por
personas de décadas pasadas es propiciarse la mala suerte por ese momento.
Pocos son los que todavía creen en
el cuento, pero la historia hizo permanente en el tiempo a los agüeros, por las
generaciones de los 20 hacia delante que creía verdaderamente en esos
presagios. En la actualidad no se ve la constante interpretación de lo que
ocurre, dejar a un lado los pronósticos que en la mayoría era negativos, han
generado mejor actitud de las personas y creando menos un constante acercamiento
a la mala suerte y a lo adverso.
Mi abuela creó en mí, no poder
dejar caer la sal al suelo, pequeña yo sufría al comerme una crema la fresita
de mango biche, mi cabeza era rodeada por el agüero que si dejaba caer alguna
cantidad del sobre con la que me vendían la crema, algo me iba a pasar, sabía
que no era nada positivo por lo cual hacia el mayor esfuerzo para que no sucediera,
calculaba mi movimiento todo un desafío comerla sin que nada sucediera. En fin
crecí con el agüero no era ni extraño, ni lejano, ahora ya es costumbre, es
imposible dejar el más mínimo rastro caído de sal.
Objeto: Sal Refisal individual
Daniela Restrepo Álvarez
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