Sin verguenza.
La adicción al sexo es un tema que personalmente me llega
como ningún otro, no porque sea un adicto, sino porque en cierto sentido creo
que todos los seres humanos lo somos, solo que algunos son los suficientemente valientes
para aceptarlo.
Sencillamente no
dejan nada para la imaginación, no hay nada de erótico, nada sexy, sino una
brutal satisfacción de los deseos carnales. Si no fuera por la actuación
impresionante de Michael Fassbender, sería casi demasiado dolorosa de ver (y, a
veces, demasiado aburrida). Con él, no es precisamente fácil. Pero él es tan
bueno como un hombre que completamente se pierde en sus impulsos más bajos,
definitivamente "vergüenza" vale la pena.
Para Brandon Sullivan, trabajador en una compañía de la
cual nunca sabemos el nombre, el sexo es su vida. Sexo anónimo con prostitutas,
enganches callejeros, pornografía por internet, masturbación en la ducha y en
el trabajo. La seducción para él es un acto casi sin sentido, lo hace ver tan
sencillo, como pedir un café, o comprar algo en la tienda, u acto rutinario,
siempre consigue lo que quiere. El ejemplo más claro es una de las escenas del
comienzo, conducida solo por el contacto de los ojos, mientras que la mujer
sube un poco su vestido, y de repente muestra su anillo de compromiso. Este
juego no desalienta a nuestro enfermo, quién trata de perseguirla, pero
definitivamente esta se le escapo.
Entonces un día Brandon vuelve a casa y encuentra a su
hermana, con la cual tiene una relación medio incestuosa, pero eso queda a la
imaginación del espectador, ya que el director solo nos deja ver un poco de lo
pudo haber sucedido en el pasado, ella es una artista que necesita que alguien
la proteja, y obviamente su hermano es el elegido. Para colmo ella le deja
saber que él necesita manejar su vida, o colapsara, Sissy desordena su vida de
adicto, en algunas escenas podemos ver que los dos tuvieron una niñez un tanto
tormentosa, la cual para mi es la raíz de todos sus problemas.
Más allá de las varias y carga das escenas de sexo la que
más recuerdo, sin duda alguna, pertenece a Sissy, cuando canta una versión
lenta de “New York, New York” en un pequeño club. Macqueen, quién en su momento
fue artista, mantiene la cámara en un primer plano de su cara mientras canta,
en mi opinión la letra sirve como una especie de catarsis para ella. Para
muchos podría ser una escena un tanto molesta, o mágica, para mi fue un poco de
las dos.
El papel de Sissy es muy bueno, y las escenas con su
hermano son irresistibles e incomodas, lo cual encaja, ya que la mayoría de la
película también lo es. El actor que interpreta al personaje principal (Michael
Fassbender) le da su todo en esta actuación, lo que pudo ser un papel de una
sola nota, no lo fue; Hace de Brandon un personaje bien redondeado, y un total
desastre.
Como ya lo dije antes, Shame es una muy buena cinta, la
cual sacaría a la mayoría de personas de un teatro, que en cierto sentido no
tengan la mente abierta a que les toquen la fibra, desde lo erótico, lo
cotidiano y lo imposible. Es única, una mirada horrorosa a una adicción y al
desespero o fortuna del que carga con ella, con una actuación de Fassbender,
que la mantiene de rayar con solo ser un show porno semi-amateur.
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