jueves, 17 de mayo de 2012

Shame. Juan Camilo Tobón Gómez


Sin verguenza.
La adicción al sexo es un tema que personalmente me llega como ningún otro, no porque sea un adicto, sino porque en cierto sentido creo que todos los seres humanos lo somos, solo que algunos son los suficientemente valientes para aceptarlo.
 Sencillamente no dejan nada para la imaginación, no hay nada de erótico, nada sexy, sino una brutal satisfacción de los deseos carnales. Si no fuera por la actuación impresionante de Michael Fassbender, sería casi demasiado dolorosa de ver (y, a veces, demasiado aburrida). Con él, no es precisamente fácil. Pero él es tan bueno como un hombre que completamente se pierde en sus impulsos más bajos, definitivamente "vergüenza" vale la pena.
Para Brandon Sullivan, trabajador en una compañía de la cual nunca sabemos el nombre, el sexo es su vida. Sexo anónimo con prostitutas, enganches callejeros, pornografía por internet, masturbación en la ducha y en el trabajo. La seducción para él es un acto casi sin sentido, lo hace ver tan sencillo, como pedir un café, o comprar algo en la tienda, u acto rutinario, siempre consigue lo que quiere. El ejemplo más claro es una de las escenas del comienzo, conducida solo por el contacto de los ojos, mientras que la mujer sube un poco su vestido, y de repente muestra su anillo de compromiso. Este juego no desalienta a nuestro enfermo, quién trata de perseguirla, pero definitivamente esta se le escapo.
Entonces un día Brandon vuelve a casa y encuentra a su hermana, con la cual tiene una relación medio incestuosa, pero eso queda a la imaginación del espectador, ya que el director solo nos deja ver un poco de lo pudo haber sucedido en el pasado, ella es una artista que necesita que alguien la proteja, y obviamente su hermano es el elegido. Para colmo ella le deja saber que él necesita manejar su vida, o colapsara, Sissy desordena su vida de adicto, en algunas escenas podemos ver que los dos tuvieron una niñez un tanto tormentosa, la cual para mi es la raíz de todos sus problemas.
Más allá de las varias y carga das escenas de sexo la que más recuerdo, sin duda alguna, pertenece a Sissy, cuando canta una versión lenta de “New York, New York” en un pequeño club. Macqueen, quién en su momento fue artista, mantiene la cámara en un primer plano de su cara mientras canta, en mi opinión la letra sirve como una especie de catarsis para ella. Para muchos podría ser una escena un tanto molesta, o mágica, para mi fue un poco de las dos.
El papel de Sissy es muy bueno, y las escenas con su hermano son irresistibles e incomodas, lo cual encaja, ya que la mayoría de la película también lo es. El actor que interpreta al personaje principal (Michael Fassbender) le da su todo en esta actuación, lo que pudo ser un papel de una sola nota, no lo fue; Hace de Brandon un personaje bien redondeado, y un total desastre.
Como ya lo dije antes, Shame es una muy buena cinta, la cual sacaría a la mayoría de personas de un teatro, que en cierto sentido no tengan la mente abierta a que les toquen la fibra, desde lo erótico, lo cotidiano y lo imposible. Es única, una mirada horrorosa a una adicción y al desespero o fortuna del que carga con ella, con una actuación de Fassbender, que la mantiene de rayar con solo ser un show porno semi-amateur.

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