“THE ARTIST”

Lo pasado vuelve a ser novedad

Tal como sucedió en la trama de la película, en la que el sonido reemplazó al cine mudo, ahora aparece una película que invierte el ciclo, si una película que le tapa la boca a las demás sin decir palabras, rompiendo los paradigmas actuales, aplicando lo más fiel posible los parámetros estéticos y técnicos del cine de los años 20, el cine mudo, sin diálogos, sin color, imitando la textura de la cinta y la velocidad que al utilizar menos cuadros por segundo se incrementaba la velocidad de los movimientos que aparecían en cuadro, volviéndose así  una joya del siglo XX realizada en pleno siglo XIX.

Los efectos especiales, el 3d, el color, los sonidos impactantes, en la actualidad han tomado mas protagonismo que la historia, que en un inicio fue el alma y nervio del cine, como sí sucede en “The Artist”.

Lo creativo y novedoso de este largometraje es volver a la esencia, a los inicios del cine, rescatar los elementos principales de ese cine creado por los pioneros, que en la actualidad están ignorados y en un segundo plano, tal y como queda el protagonista, el cual ante la irrupción del sonido en el cine es desplazado por una nueva camada de actores que se adaptan a la novedad del cine sonoro, despreciando su talento interpretativo sin la necesidad de un solo dialogo.

En el final de la película se ve una nueva oportunidad para el protagonista de aparecer nuevamente bajo los reflectores, sin someterse a las condiciones del cine sonoro, en cambio de esto el cine se adapta a él, brindando un espectáculo donde lo pasado vuelve a ser novedad, siendo fiel a su esencia y su talento convirtiéndose en “The Artist” nuevamente.

El director Michel Hazanavicius realizó una película que ha roto los esquemas actuales de producción cinematográfica, utilizando una vieja formula olvidada y menospreciada, pero aplicada lo mas fiel posible, sin contaminarla con los avances técnicos, con tramas complejas, si no con las limitantes técnicas de la época en equipos y con una historia sencilla de toque variados, como el humor, el drama, la acción, todo en dosis adecuadas como si de una receta se tratara, siendo el chef principal Michel Hazanavicius, manteniendo la atención del espectador durante toda la película desde su inicio hasta su final.

El director Michel Hazanavicius en su película “The Artist”, muestra la fidelidad de estilo y formato, esto lo podemos constatar con diferentes detalles como los son el color, la textura, la velocidad, el tamaño; esto en lo estético, en lo interpretativo encontramos los gags, la expresividad, el dinamismo, se puede subrayar como importante el respeto que mostró por el detalle de los besos, los cuales estaban prohibidos en la época al ser una falta contra la moral, por esta razón lo más apasionado que podemos ver entre  los protagonistas, que aunque se aman, es un abrazo de corta duración que da la sensación de incomodidad, además el acompañamiento musical que ambienta cada una de las escenas de la película de manera sincronizada y adecuada, transportándonos a aquellos maravillosos años 20.

Cada una de las imágenes esta justificada por si misma convirtiéndose en icónica con una grata recordación.

Michel Hazanavicius da un gran poder a la palabra, la cual al aparecer toma el control, convirtiendo a lo que no se puede nombrar en inexistente, por esta razón el protagonista al no poder pronunciar una sola palabra, desaparece como actor y casi como persona, retomando su vida profesional y personal sólo al final cuando logra comunicar lo que calló durante un tiempo, su talento.

JOHN FLOREZ