Era
un 20 de noviembre de 1991 y se iban acercando las 3 de la mañana hora en la
que según mi abuelo solo nacen los locos y condenados a madrugar durante toda
la vida, esa señora según cuentan gritaba adolorida porque no quería que su
hija naciera tan pronto, eso de ser prematuro era y seguirá siendo significado
de bajeza y poca estatura, sin embargo y sobrepasando las suplicas de mi madre
nací en el carro de mi padrastro camino al hospital, no me pregunten por mi
padre el original de ese no volvimos a saber después de la frase: Estoy en
embarazo.
Fui
creciendo y sobrepasando los dolores de la pequeñez de ver como todos crecían y
yo siempre tendría que pedir ayuda para alcanzar las cosas altas.
Eso
de ir a estudiar no era lo mío, me gustaba más pasar el tiempo por ahí jugando,
corriendo que en un salón frente a un tablero y un adulto que se hiciera llamar
DOCTOR; a pesar de todo hice los 12 años reglamentados por la Secretaria de
Educación y en el 2008 me gradué del Colegio Santa Clara
de Asís.
Entre
los 11 y 16 años en esa edad que uno se cree de todo y a la vez NADA mi vida no
era tan normal ni tan diferente a la de todos los jóvenes de Medellín, peleaba
con mis papas por las salidas, daba lora por todo, me creía la persona más
rebelde por tener el pelo de un color diferente al de todos o por tener un
piercing, quería probar todo eso que es PROHIBIDO y que entre más lo es más te
gusta, pero perdón que estoy diciendo estos solo lo veía en las películas y en
las novelas, en mi vida real era la Cenicienta de mi casa a diferencia de que
no tenia madrastra ni hermanastras a quien poderles hacer algunas maldad o
travesura; Mis abuelos dicen que mi maldad
fue la que no me dejo crecer y que ahora la vida me las está cobrando.
Pasa
desgracia y tristeza de mi familia termine estudiando Comunicación y Relaciones
Corporativas en la Universidad de Medellín; no he aprendido ningún idioma y
posiblemente me tire alguna materia por andar pegada al Twitter.
Natalia Díaz Osorio
me encantaron los símiles
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