domingo, 4 de marzo de 2012

VIAJE AL SEXO

PAULINA BUILES HERNÁNDEZ Natalia es una hermosa niña de 15 años, la cual no quiere fiesta, ella quiere irse de crucero por las Bahamas durante 15 días con sus amigas del colegio, sus padres no les agrada mucho la idea pero claro, es la niña consentida su primera hija, la primípara de la familia así que obvio se le da el gusto a la niña. Es junio y se acerca el viaje, llenas de emoción Natalia y sus mejores amigas preparan todos, van de shopping a comprar los mejores vestidos de baño y accesorios para la playa porque ese crucero en verano promete bastante. Llego el día del gran viaje, que felicidad!! Estas niñas están saliendo de las falditas de mami, van en el avión y ohhh! Sorpresa, Natalia observa a el amor de su vida, el niño que siempre la ha vuelto loca, él ya tiene 22 años pero es un atrapa cunas así que no lo piensa dos veces para acercarse a ella y ver como se derrite por el, se saludan, ella suda y piensa mil cosas, el solo la ve piensa lo buena que está y casualmente se dirigen al mismo crucero, ya que Sebastián es el barman de aquel barco, el lleva el timón de las bebidas, las mismas bebidas que llevarán a Natalia a perder el control, nooo el control no! La virginidad...! Arrancó ese barco a flotar y se volvió un desorden el viaje y la mente de estas niñas se dañó, todas maquinaban en sus diabólicas mentecitas cómo sería la primera ves de la “monjita” del grupo, ya que todas habían tenido hace mesesitos su primera relación sexual… Aquel primer día Natalia recibió una rosa roja con una nota que decía “Me gustas”…Sebastián, al día siguiente fue lo mismo pero la nota decía “Te deseo”, así sucesivamente durante 13 días recibió rosas rojas y notas de amor. Natalia decidió seguir su corazón y también sus ganas así que la noche antes de que este viaje terminara le aceptó a Sebastián ir al restaurante del crucero a comer juntos y luego…..ya saben a tener sexo, porque amor no había mucho bueno por parte de él, porque ella solo era una niña ilusa y enamorada creyendo en los cuenticos de hadas que le leía la mamá antes de dormir cuando era pequeña. Empezó la noche, comieron, hablaron, el la enredó con el típico verbo barato masculino que todas creemos algún día y luego a la suite que Sebastián había preparada para estar noche especial y “mágica”, todo comenzó… la ropa sobrara, solo la respiración se ambos se escuchaba, los besos y las caricias invadieron sus cuerpos y el sexo se apoderó de ambos, la protección no tomó cartas en el asunto, fue una noche espectacular para Natalia sin saber lo que vendría después… Llegó el día de volver a su país, ella muy triste se despedió de él, pero antes de irse él le entregó una caja y le dijo que solo la abriera al llegar a su casa ya que el se tendría que quedar en Miami, ella con mucho amor aceptó las condiciones y abordó el avión con sus amigas, al llegar a su casa abrió la caja que tenia la última rosa de esta historia, con la diferencia de que ya no era roja, era negra y ya no decía cosas lindas, decía lo que para Natalia sería fatal, “Bienvenida al mundo del sida”…

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