Para
muchos la noche es apenas el comienzo de su rutina diaria de trabajo, para
otros es el fin de un día más y para algunos es el mejor momento para romper
con esas reglas y olvidarse un poco de
la realidad.
Y
es en esos lugares en donde todo puede pasar, en donde las cosas pueden cambiar
o simplemente quedar igual y vos seguir con tu misma vida.
La
noche era casi perfecta y la compañía mucho mejor, se encontraban en la mesa
que quedaba al lado izquierdo de la barra y a todo el frente de la tarima; al
comienzo de la noche la música estaba un poco alta y a todos se les hacía
difícil entablar una conversación, era más común ver a la gente afuera sentada
en la acera que adentro del lugar. Ella tomaba una cerveza michelada, el un
trago un poco mas fuerte: Vodka, la mesa tenía 2 vasos pero por el momento solo
uno estaba lleno, el de él. En el lugar no habían más de 60 personas es un
sitio relativamente pequeño en el que casi todas las personas que van son
amigos, se conocen desde hace años y cada sábado terminan allá tomando algo y
hablando.
Eran
casi media noche y ya se empezaba a notar quienes estaban prendidos y las
razones de esto (Despecho, tristeza, amargura) o simplemente se querían
enloquecer, quienes eran los conductores elegidos y a los que les faltaba
bastante trago para emborracharse.
En
la mesa de ellos los 2 vasos ya estaban llenos de vodka y gracias a este ya no
estaban sentados el uno frente al otro si no el al lado de ella cogidos de la
mano y con cierta coquetería en sus ojos creando un juego de miradas sin reglas
sin un ganador ni un perdedor, un juego que los dos querían jugar. Eran más los
silencios que las palabras que ambos pronunciaban pero no eran necesarios entre
ellos pues sus miradas hablaban por si solas.
Pero
así como estas 2 personas estaban comenzando una “historia de amor”, habían
otras que habían acabado y querían matar sus penas y esos recuerdos en el
alcohol y otros celebraban con sus amigos. En estos lugares se ve de todo;
diferentes personalidades, estilos, objetivos, metas y vidas pero cuando se
encuentran en estos lugares tiene algo en común: el alcohol que se convierte en
su mejor amigo y una excelente compañía.
El
volumen de la música comenzó a bajar, algunas luces se prendieron y la barra
fue cerrada eso indicaba que estaban próximos a cerrar y que algunos volverán a
su “cruda realidad” y otros comenzaran la fantasía.
Natalia Díaz Osorio.
bIEN BUENA HISTORIA
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