11 meses sólo
tomando leche materna, los teteros me fastidiaban con esa chupa asquerosa y
sucia, ¡gas! Nací privilegiada como dicen los papas, “usted no es rica, ni
pobre, usted es acomodada”. Toda mi niñez fui muy consentida, porque fui la
primera nieta y sobrina por parte de mamá, así que todos estaban a mi
pendiente, era siempre el centro de atención, todas mis embarradas, mis caídas
y mis pataletas eran celebradas por un montón de adultos, ¡que primero celebran
y después castigan!
Creo que desde
pequeña era exigente conmigo misma, no me permitía muchas cosas que hacían los
otros niños de mi edad. Inicie mi jardín
muy pequeña pues mis papas trabajaban y necesitaban ya no celebrarme tanto y
más bien mantenerme ocupada. El jardín al que asiste se llamaba “Jardín
Marielita”, lloraba sin parar cada que me dejaban en ese horrible lugar lleno
de niños cansones, sudados y mordelones, ¡claro que en eso creo, era la campeona!
Del jardín pase a
las mil y una actividades, mi agenda se volvió peor que la del Presidente, ¡ya
no era el centro, me tenían que tener ocupada! En la mañanas tenia las clase
normales en el colegio, Fundación Educativa de Montelibano, después almorzar,
calor, clase de natación, clase de patinaje, tarea, duerma, clase, almuerzo,
calor, natación, patinaje, pereza, pereza, pereza.
En el colegio
siempre fui buena, responsable, cumplida. Pereza, pereza, pereza. Siempre responsable, responsable,
responsable, patiné por siete años seguidos, después llego el momento de
revelarme, me fui a un viaje, un
intercambio por llamarlo así, Estados Unidos, allí lloré, estudié,
crecí, aprendí y me di cuenta que no hay
como las navidades en el lugar donde uno nació, fue feliz y el centro de
atención.
Después del viaje,
de nuevo al colegio, mejores notas, más estudio y esta vez yo fui la que
decidió ser una “todera” por completo, me inscribí en el grupo del periódico
del colegio, Revista Ecos, fui monitora de ingles, clase, almuerzo, calor,
clase de natación (aún), pereza, pereza, pereza.
Entre todo esto llego
el momento de decidir que estudiar y como es obvio mi papá quería una medica,
ingeniera o en su defecto abogada, pero no, yo decidí estudiar Comunicación.
¿Comunicación?, ¿De qué va a vivir?, ¿Comunicación eso para qué? Pero yo decidí
que eso era mi pasión y lo que quería hacer.
Me traslade del
pueblo al cual me fui muy pequeña para
mi ciudad natal, Medellín pues allí estaba la universidad
elegida. Vivir sola, más exigente, usted maneja su tiempo, los novios, más amigos,
sexo, pero igual exigente, ¡eso sí no cambio! Pereza, pereza, pereza.
Ahora no sé que
pensar de muchas cosas, dudas, exigente, calor, sexo, tareas, trabajos, tutora
de ingles, calor, y todo sigue igual. PEEREZA, PEREZA, PEREZA.
María Camila Duque Hernández
Excelente trabajo y me gusta lo que dices en mi caso fue igual querían Medico, abogado o ingeniero (mis tres hermanos son ingenieros de minas) y como tu sabes soy la oveja blanca de mi casa, Estudió arte y la vida sigue ...
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