jueves, 16 de febrero de 2012

viaje al sexo

VIAJE AL SEXO


Cuando lo miraba solamente podía hacerlo sin que él se diera cuenta, pues me intimidaba el saber que estábamos los dos como en otro mundo o fuera del lugar en el cual nos encontrábamos ,y así pasaron 7 años de mi vida, en los cuales mis sentimientos se encontraban reprimidos  por la amistad que habíamos mantenido en tantos años, era complicado aceptar cosas fuera de lo normal  e intentar cambiar algo que ya existía y el tiempo lo había conservado así .Pero en realidad si sería el tiempo el que había envasado otro sentimiento diferente a la amistad, o simplemente el temor, la juventud y la inmadurez que nos abordaban en esta época de la vida tan indecisa no permitieron que explotara esa bomba de tiempo completo que no tiene nombre simplemente piensas en eso y sueñas con eso cada noche ,mañana y tarde.


Pero la historia no termina ahí, él ,mi sueño reprimido tuvo el valor de acercarse a mí con un sentimiento diferente a la amistad y fue desde ese momento que me empezaron a ocurrir cosas increíbles, mis manos no tenían control ya que empezaron a sufrir del mal de Parkinson de un momento a otro, mis ojos no podían parar de mirarlo y sus ojos penetraban mis pensamientos hasta lo más profundo y secreto que yo podía guardar, mí piel sentía hormiguitas , y cuando se me acercaba con esa lentitud y precaución me asustaba, pero ese susto lo quería sentir y que no terminara ,su nariz llego a la mía y sus dedos llegaron hasta mi cuello y bajaron por mis hombros , en ese mismo instante nuestras bocas fueron una sola como siempre tenía que haber sido y nuestros cuerpos también.

Carolina Montoya González.

1 comentario:

  1. me gusta ponle un poco más de carga dramática y cierta tensión en la manera de describir las emociones

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