Se equivocó, lo sabe, pero no se arrepiente.
Nadie entiende por qué lo hizo durante tanto tiempo; lo tenía todo, nada le faltaba. Eso pensaba la gente, pero nunca estuvo completamente satisfecha. Estuvo con la cantidad de hombres suficiente como para saber que era lo que queria, lo que le gustaba y lo que detestaba.
Emprendió un viaje, uno de esos que no se sabe cuándo va a terminar pero que tarde o temprano llega a su fin. No le hizo daño a nadie, sabia hacer las cosas para que nadie sufriera por su culpa. Lo disfrutaba, le gustaba ser en este cuento, "la odiada". No duró mucho, se aburria rápido.
Los hombres que conoció tenían mas cara de perros que de hombres. Los ocho, incluyéndola, eran infieles, todos buscaban afuera lo que sin ningun interés les brindaban adentro (aunque no le conste). Su objetivo no lo pudo cumplir, pues como todos saben y para nadie es un secreto que los hombres no tienen ni idea de ocultar lo que hacen. Lastimosamente, las personas que ella ni conocía, pero sabía que existían, lloraron la traición. Pobres.
El viaje, bastante prohíbido, tuvo resultados, y se dio cuenta que todo lo que hizo fue para enamorarse cada día más, aunque no creyera en ninguno de su especie.
Muy bueno, fluido y contundente.
ResponderEliminarGracias Josué!
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