Llegando al
parque principal, al lado de una entidad bancaria, se encuentra una puerta de
madera, muy similar a la de una iglesia, la diferencia es que cuando se cierran
las puertas de las iglesias esta se abre para recibir a todas las almas
“perdidas” que no alcanzaron a ingresar a ese primer templo, es como una
segunda oportunidad.
Ya enfrente de
esta inmensa puerta de madera en la cual se observa un eslabón sostenido en la
boca de un león, el cual no hay necesidad de utilizar porque las puertas están
abiertas para todos, desde la entrada observo la proyección que inicia en el
segundo piso de una luz rojiza que ilumina las escalas, impidiendo así los
tropiezos, y también impidiendo saber de qué color son las paredes, el piso o
el barandal, ya que todo toma una tonalidad rojiza; después de subir los 14
escalones, que están numerados como en
las escalas de los cines; ya al ingresar miro a todo y todos sin quererlo
hacer, sin querer recordar lo que fue y ya no es; oportunamente me saludan
desde la barra y comienzan los: “que milagro”, “cuanto hacía”, ¿Por qué tan
perdido? , y quien más podía preguntar, pues los amigos de siempre, con los
apodos de siempre: Goofy porque se parece al de Disney, el Peludo, bueno este
ya es un apodo histórico porque ya es calvo, Batman y Robín el dúo dinámico son
los mejores amigos.
En el fondo luego
de la charla obligada y del debido protocolo de ingreso el cual consistía en un
trago doble de cualquier licor, me dirijo a mi mesa cerca al balcón donde puedo
divisar todo lo que sucede y no sucede y donde los recuerdos me atacan de
nuevo, ya que esta mesa era “la mesa” el único alivio es que ella no viene, me
lo confirmó Goofy mientras me daba una palmada en la espalda.
Ya en mi mesa
observo los posters de películas clásicas, como casa blanca, la quimera de oro,
ciudadano Kane y uno donde aparece Marlín Monroe, también de cantantes de rock
ingleses sobre todo grupos: The Clash, the smiths, the sex pistols, y el muro de los abrazos;
el cual tiene unas 30 o 35 fotos de clientes dando abrazos en un estado de
embriaguez alto, estos abrazos tiene como protagonistas a un ebrio y una mesa,
o una silla, u otro ebrio, o una garrafa, o un sanitario; puedo respirar
tranquilo ya que la ventaja de dar la idea del muro es no aparecer en el.
Luego de estar
cómodo me entero que es día de toque, ya que al pedir mi primera cerveza esta
cuesta tres veces lo acostumbrado, veo
los instrumentos en el extremo derecho de la barra, la banda que toca ese día
es “DreamBox”; pasan al lado mío y me saludan. Santiago, el vocalista, me
pregunta si quiero que inicien con la canción que pedí la última vez, lo miro
unos segundos, y sólo le digo que hoy no,
pero la verdad es que nunca más, ya que esa canción se fue con la persona a la
que estaba dedicada.
En las mesas
aledañas se ubican las parejas, en las cuales encuentro ejemplos de todos los
tipos, las de las primeras citas, las de un par de meses, las que rutina es el
hilo que mantiene la relación y marcan el día y lugar para cada salida en su
agenda y por ultimo yo y otros desubicados que entran a este bar solos en el día
San Valentín, ya que al “peludo” se le dio por organizar esta festividad
precisamente hoy y totalmente ajena a este país.
Al escuchar
canción tras canción de “DreamBox” llego a la conclusión de que no son las
personas, ese día o las canciones, el problema soy yo, yo y mis recuerdos que
solo son eso. Antes de descansar, la
banda en la voz de Jessica tocan “kiss me the cranberries”, sorprendentemente
las parejas se comienzan a besar, ¿quién lo iba a imaginar?, me recuerdan mi
condición de infiltrado en este día, después de haber sentido que duro una
hora, la canción se termina y las parejas se despegan una a una, ¡por fin! Terminando
así la primera parte del toque.
Cada uno de los
integrantes de “DreamBox” se dirigen a
descansar y todos se sientan en mi mesa, aunque si lo pienso mejor más bien yo estaba
sentado en la de ellos, después de un rato de hablar de futuros toques me confirman mi segunda infiltración en la
noche, aunque estar en esta mesa tiene sus ventajas (consumo ilimitado gratis),
me refiero a compartir con los amigos. En este receso se ven los acercamientos
de las nuevas parejas, que se resume en besos y más besos, eso si ni una sola
palabra, porque sobran. En otra mesa el panorama es diferente ya que sólo
hablan y hablan sobre el grupo, lo alaban y lo critican al mismo tiempo.
Los integrantes
de “DreamBox” se levantan todos al tiempo para iniciar su espectáculo de nuevo,
otra vez me quedo solo en mi ex mesa en
este espectacular san Valentín, observando de nuevo a todos a mi alrededor a mi
extremo derecho “sin querer” escucho hablar a una pareja sobre la nueva que
acaba de ingresar, alcanzo a escuchar las palabras “sola” y “perdida”, no sé
porqué pero me parecen muy familiares estas palabras, desde la barra el peludo
me señala, ella se dirige hacia mi mesa con una Heineken en cada mano, me
saluda y me pregunta que si se podía sentar en mi mesa (la de la banda), ya que
no había más donde sentarse, me ofrece una de las cervezas que tiene en su
mano, yo le digo que no hay necesidad, ella insiste y me pregunta el por qué iba
a rechazar mi cerveza favorita, sonrió y miro al peludo, sé que fue el, me hace
una mueca extraña y me señala que la invite a sentarse, sólo puedo sonreír,
ella me entrega las dos cervezas, me pide el favor de que se la sirva ya que
ella la derrama.
Sin darme cuenta
estoy ya hablando con ella durante el toque y recuerdo el porqué es que estoy ahí, entonces le digo a Manuela (así se llama)
sobre el trabajo que supuestamente estoy haciendo esta noche y se ofrece a
ayudarme, comenzamos a fingir y a suponer las conversaciones de las parejas,
desde silencios incomodos, hasta expresiones de cariño (no fue difícil),luego una discusión que tenían la pareja que estaba
hablando de ella hace un par de minutos, la pelea simulada en cuestión no
pudimos terminarla porque implicaba un embarazo, un asesinato y en la parte de
estar a favor o en contra de las
corridas de toros nos dio un ataque de risa, de esta manera nos convertimos en
el centro de atención y terminamos siendo victimas de una dedicatoria de “DreamBox”
tocaron una de Coldplay - The Scientist
para ser precisos, las letras de esta canción “casualmente” encajaban por
momentos o eso creía, o la verdad era que estaba forzando la canción, no lo
creo o más bien no quiero creerlo.
La noche se
agotaba al igual que nosotros, Manuela me dice que tiene que irse, yo me
ofrezco a acompañarla y ella con una gran sonrisa me dice que era lo mínimo que
esperaba después de regalarme una cerveza y tener el placer de disfrutar de una
gran compañía, la miro a los ojos y le
digo que tiene toda la razón, trata de evitar que me dé cuenta pero observó que
se sonrojó, nos dirigimos a la salida, antes pasamos por la barra y nos
despedimos del peludo que hoy hizo las veces de un cupido calvo y barrigón, mis
otros amigos ya no estaban y la banda continuaba con su toque.
Ya en la puerta
de la casa de Manuela, me despido de ella con un beso en la mejilla, que los
dos intentamos cambiar la ubicación mientras nos acercábamos… Manuela me sonríe y me da su número de celular
para cuando necesite ayuda con otro trabajo, nos despedimos terminando esta noche mejor de lo que comenzó.
JOHN FLOREZ O.
imprímelo y trabajamos en la clase
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