VIAJE AL SEXO

Hace algún tiempo lo había conocido y desde el momento en que lo conocí sentí cierta atracción hacia él, no fue amor solo atracción, dicen que son solo los hombres los que sienten este tipo de cosas, pero pienso que las mujeres somos mucho más hormonales e imaginativas.

Era un sábado a las 3 de la tarde, suena mi celular, era Lucas un amigo que hace mucho no veo, me invita a su cumpleaños y sabía que él iba a estar ahí, por supuesto me comencé arreglar más de lo normal, me di un baño de espuma, me aplique el aceite con el que siempre seco mi piel, comencé a maquillarme de manera muy diferente a como lo hago siempre, me puse un vestido sabía que no podía resistirse y lo que no puede faltar una buena loción, la cual sabía que le encantaba porque en cierta ocasión me lo hizo saber.

Cuando estaba en ese proceso recibo una llamada, era él, me dio gran emoción, me dijo que él me recogía para llegar juntos al lugar, yo acepte, nos pusimos la hora y como era lo esperado llego muy puntual.

Cuando íbamos en el carro, las miradas no se hicieron esperar, no era importante hablar, con los gestos decíamos todo lo queríamos hacerle saber a la otra persona, no fue nada irrespetuoso, de hecho en cada mirada, gesto y caricia podía casi que sentir su corazón, sus manos eran tan suaves, pero tan varoniles, que al tocar mi pierna sentía como mi cuerpo se estimulaba, en ese momento decidimos no ir al cumpleaños, pero no fue necesario decirlo en palabras, queríamos ir a un lugar donde solo estuviéramos los dos y saciar el deseo que nos teníamos el uno por el otro.

Me encantaban sus labios, pero me gustaba más la manera como besaba los míos, era rudo pero a la vez delicado como si no traspasara los limites, su mirada penetraba todo mi cuerpo, parecíamos un par de cómplices porque yo le entendí cada mirada y el a mí, nunca había sentido lo que con el sentí, al tocarlo sentía como cada parte de su cuerpo se entregaba a mí y así fue pasando todo, entre caricias, besos, miradas hasta que llegamos al punto donde todo se vuelve mas carnal.

NATALIA ECHEVERRI VILLA