miércoles, 15 de febrero de 2012

Viaje al sexo



Noche de sábado, Nicol se encuentra en medio de otro monótono y aburrido fin de semana al cual sin lugar a dudas le hacía falta algo, un detonante que sirva para que esos dos supuestos días de descanso no fueran todo un fracaso como lo habían venido siendo los últimos meses, ya que la diversión no pasaba de ir a un bar o una discoteca, salir con amigos o con el mismo sujeto con el cual llevaba una supuesta relación amorosa y este hecho la obligaba a que cada fin de semana tuviera al menos que encontrárselo y verle la misma cara de siempre, pero lo que es peor aún en algunas oportunidades tener el mismo sexo en las únicas mismas 3 posiciones para las cuales a ese personaje le daba su físico. Todo esto se lo tenía que soportar sólo por el hecho de que en la sociedad en la que vivía, una mujer de su clase tenía que mantener una relación estable, concreta y duradera para no causar el fastidio de amigos, familia y conocidos.

Pero ya había sido suficiente, el tanque de oxígeno había llegado a su fin y ese sábado en la noche Nicol no se fue en busca de su compañero sentimental o de sus amigos y conocidos de sociedad, en sus planes estaba dirigirse hacia otro punto totalmente alejado de esa realidad la cual le tocaba afrontar durante su vida insípida y rutinaria, del norte de la ciudad pasó a todo el extremo sur, allí la vida se vivía totalmente diferente , la rumba, el licor y la gente eran radicalmente lo contrario a los engalanados eventos a las que solía asistir. Hace una parada en un bar el cual para ella le ofrecería un mundo nuevo y alucinante, recargando así ese tanque de oxígeno que ya no le permitía respirar.

Al poco tiempo de estar en ese bar, llega un regalo especial un trago por parte de un idiota de otra mesa que pensaba que con ese simple hecho ya podría acceder al menos a entablar una conversación con ella sin que solo le respondiera por simple cortesía por no decir lastima. Nicol le dice al mesero que se lo tome el, pero este se veía impedido a  acceder ya que estaba en horas laborales; para Nicol eso no podía ser más que un mal chiste ya que en el extremo más recóndito de la sociedad que ella frecuentaba también se vivía esa privación a la libertad de hacer lo que quieras, cuando quieras y como lo quieras hacer, pero esta vez no para mantener una buena imagen ante los otros si no para sobrevivir y poder llevar un estilo de vida un poco más digno. 

Para Nicol ese hombre detrás de ese uniforme era un mundo paralelo al de ella desde el punto de vista rutinario, es allí cuando se la pasa por su mente el por qué no ayudar a ese individuo a escapar, como ella lo estaba intentando hacer y de esa manera poder brindarse oxígeno mutuamente, es así como decide tomarlo de la mano sacarlo de ese lugar el cual era su prisión, darle un beso que funciono como primer recurso para salvarle de su mal, solo quedaba preguntarle a él si quería o no la dosis que completara del tratamiento. En menos de un par de minutos ya se encontraban ellos dos en el carro de Nicol a las afueras de la ciudad brindándose esa ayuda la cual necesitaban con la mayor prontitud posible.

Elaborado por: Sebastián Cortes Berrio

1 comentario:

  1. El descenlace y el final no son claro y se pierden, reescribirlo y buscar alternativas de final y de narrar

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