Solo me pasa a mi.
1:22 en la madrugada y como de costumbre no logro conciliar el sueño, su rostro y todo lo que ello conlleva no salen de mi cabeza. Decido entonces vestirme y salir a caminar. Entre cigarrillos y pensamientos no me doy cuenta lo mucho que camine, de repente me encuentro al frente de un bar que nunca había visto. Allí suena música que odio. Pero entre la multitud alcanzo a ver la silueta de una mujer muy bella rodeada de paredes verdes y azules, espejos con fotos de antaño y muchas personas mayores. Algo no me encaja. Por fin decido entrar, el olor a cerveza derramada y a cigarrillos es casi familiar. Me siento pido una fría, sorpresa me llevo al ver quién me la trae. Es indescriptible lo que sentí cuando me pasó por el lado, su solo olor me embriago, pero la cerveza no pasa de más. Definitivamente tenía que hablarle, pero ella se me adelanto: "ya vamos a cerrar, me cancelas por favor" "claro que si, replique". Vuelvo a mi casa, no concilio el sueño. Su rostro y todo lo que ello conlleva no salen de mi cabeza.
Juan Camilo Tobón Gómez.
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