Eran las 5 de la tarde de un
viernes caluroso, salía del trabajo, tenia una cita con Rodrigo a las 6 en
nuestro café, el café donde había empezado todo, y donde hoy sin duda alguna se
terminaría. Decidí ir caminando para
aprovechar el día de verano, respirar profundo y pensar en lo que le iba
a decir a Rodrigo cuando nos encontráramos; ya podía yo imaginar nuestro
encuentro, el llegaría 15 o 20 minutos tarde como acostumbra y tendría una
perfecta excusa, yo ya estaría tomándome un café. ¿Pero que café pediría? No sé
que se me antoja hoy, usualmente pido un café opera, pero hoy no es un día
usual en el que nos sentaremos a tomar nuestro
café, hoy tengo que variar, no puedo pedir un café que evoque tantos recuerdos,
cuando lo que intento es dejar todo atrás , como dicen por ahí pasar la pagina.
Pero ¿que otro café puedo pedir? Odio el tinto, y un cappuccino es muy caliente
para esta tarde, solo me gusta el café opera. Y si solo me gusta el café opera,
¿porque me tengo q deshacer de el? Las aromáticas son insípidas, y calientes,
no quiero una bebida caliente, lo que quiero es pedir un café opera, descafeinado de
recuerdos.
Seguí caminando hasta que
llegue a la esquina del café, me encanta la carpa vino tinto que tiene a la
entrada, me parece que le da un aire parisense (aunque nunca he estado en
parís, lo digo por lo que ve uno en las
películas), entré, busque la mesa de la esquina , cerca a las plantas que decoran el lugar, sonaba un jazz y pensé
en rodri, que digo¿ rodri? RODRIGO, es su música favorita, pero ya hasta el
jazz me lo arruino, ya no puedo tomar café opera ni escuchar jazz sin acordarme
de él. Es imposible evitar que todos esos horribles recuerdos se vengan a mi
mente, mientras corría la silla de madera para sentarme pensé en estela. No sabría como describirla, no tengo
un juicio objetivo, la veo horrible,
espantosa, pero claro, Rodrigo no pudo resistirse a esa horrible mujer, y Rodrigo no tiene mal gusto ya que
estuvo conmigo, entonces es posible que estela no sea tan fea después de todo.
El mesero me trajo la carta,
y la mire una y otra vez no sabia que pedir, me dedique a reparar el lugar,
nunca lo había detallado, era muy rustico pero acogedor, la mayoría de las
mesas estaban ocupadas por ejecutivos, en la barra estaban sentados unos
cuantos hombres, parecían poetas o músicos, tenían ese estilo de intelectuales
desaliñados, (qué no considero en lo mas mínimo atractivo). Cuando conocí a
Rodrigo esa fue una de las cosas que mas me gustaba, como se vestía, y ahora
dos años después no me sirvió de nada conseguir un tipo con buen sentido de la moda
, al final termino haciendo todo mal, al parecer le gustan las mujeres como estela.
Mis pensamientos fueron
interrumpidos por el mesero que regreso con un trago dijo que me lo había
enviado uno de los hombres que estaban
en la barra. No sabia si aceptarlo, tenia miedo de probar cosas nuevas, pero si
Rodrigo las había probado ¿porque yo no? Acepté el trago y mire el reloj eran
las 6: 15, Rodrigo todavía no llegaba, ¿que patética excusa inventaría ahora?,
ya no me importaban sus excusas, mire hacia la puerta y vi a Rodrigo entrar. Se
acercó a mí, se sentó en la silla del frente y se disculpo por llegar tarde pero
no dio ninguna explicación, tampoco se la pedí. Llego el mesero y Rodrigo
ordeno un café opera, el mesero miro mi trago y vio que ya lo había terminado,
se quedo observándome esperando que ordenara algo. Mil cosas pasaban por mi
cabeza y finalmente cogí la copa vacía q estaba enfrente mio y dije – tráigame
otro de estos- .
Después de 1 hora, de
escuchar a Rodrigo excusándose y explicándome que había cometido un error, que
estela no había significado nada para el, ya había yo tomado 4 tragos mas, me
sentía un poco desconcentrada, lo único que veía era salir palabras de la boca
de Rodrigo, pero ni siquiera las escuchaba, los tragos me habían llevado a
pensar en aquel hombre, que seguía en la barra. Veía a Rodrigo pero en realidad
no lo estaba mirando. Finalmente se calló y me dijo – que piensas al respecto?-
y yo quede en blanco, después de todo lo que había pensado en decirle, lo había
repasado infinidad de veces frente al espejo, ahí tenia mi oportunidad para
desahogarme y de mi boca no salía una sola palabra. Mire al hombre de la barra,
mire sus ojos no su ropa, luego mire a Rodrigo y le dije -¿sabes que? Me canse del café opera, quiero
probar cosas nuevas en mi vida- me pare de la mesita de madera, y no espere a
que el dijera algo, camine hasta la barra y me senté con el hombre que me había
enviado el trago.
Revisa los detallitos.. Excelente y dale un título
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